UN GRITO POR LOS PARQUES NACIONALES por Alexander Bonilla Durán
Tomado de
Yo creo que ha llegado el momento de hablar, de gritar, por los parques nacionales de Costa Rica. Están en una lenta agonía. La debacle empezó desde que se eliminó el Servicio de Parques Nacionales.
En esos tiempos había mística y realmente era un orgullo trabajar en los parques nacionales. Todavía hay por ahí algunos funcionarios de esa estirpe, que estoy seguro están sufriendo y se sienten impotentes ante el desmoronamiento de los parques nacionales.
Hoy los parques son un producto de exportación. Hoy la naturaleza en ellos protegida es escaparate para el turismo extranjero.
Los políticos usan a los parques como el “trapito de dominguear”. Los usan como si fueran prostitutas, solo por dinero. Los usan en sus campañas, en sus discursos demagógicos. Pero a la llegada al poder los han dejado solos. Sin recursos, sin protección, sin aire.
La biodiversidad está amenazada en los parques nacionales porque no hay recursos suficientes para darles una correcta administración y manejo.
El Servicio de Parques Nacionales se perdió dentro de un Sistema de Áreas de Conservación. Esta es la verdad. Que lo sepa el mundo entero.
La agonía de los parques nacionales no solo es por la falta de recursos económicos para darles una eficiente administración y manejo. También la agonía llega por la presión de la población, de las actividades productivas y el aislamiento en que viven, que provoca su erosión genética.
La biodiversidad que se protege en los parques nacionales tiene techo de vidrio, pues se han convertido en territorios aislados, que obstaculizan la sustentabilidad de la flora y fauna.
Hoy se necesita una cruzada de rescate para los parques nacionales, para que regrese el espíritu por el que fueron creados hace más de 30 años.
Hoy los parques nacionales urgen que se defina una política de prioridad hacia ellos. Hoy se necesita que se defina un porcentaje del presupuesto nacional para su manejo y protección, al igual que se hace para la educación.
Los parques nacionales son laboratorios, escuelas, universidades al aire libre, llenos de historias y enseñanzas. Los parques nacionales son libros abiertos de Costa Rica y tienen derecho a la esperanza.
Amar a los parques nacionales es amar a la patria y por la patria se lucha y se da la vida. El día que nuestros parques nacionales caigan, detrás va Costa Rica. Los parques nacionales son pilares de la democracia y patrimonios nacionales. Hay que salvarlos...
Decir que no hay recursos económicos para los parques nacionales es una evidencia clara de que no son prioridad para el gobierno (este y los otros). Es una muestra de la falta de planificación en el manejo de los recursos naturales, donde se deben definir prioridades.
Los parques nacionales movilizan la economía de un país y de las regiones donde se ubican. Generan beneficios directos e indirectos que deberían revertirse para su administración y protección.
Desde este punto de vista los parques nacionales son un negocio para el gobierno, para el país. Lo que pasa es que este país ha estado gobernado por gente que no tiene visión para ver el derrame que provoca la economía ambiental o ecológica. O sea, la protección de los recursos naturales es ampliamente rentable.
Nuestros últimos gobiernos han sido miopes, de mente mercantilista y neoliberal. A todo han querido ponerle precio y lo que no produzca en forma directa, según ellos, no es bueno para el país.
Desgraciadamente esta corriente del ambientalismo del libre mercado ha infestado a Costa Rica y a los parques nacionales, que hoy pagan su precio.
Los parques nacionales tienen derecho a la esperanza porque son patrimonio natural de los costarricenses. Porque son parte del ser costarricense. Porque son los libros no impresos que deben estudiar las actuales y futuras generaciones.
Y ahora quieren abrirlos a la pesca comercial... hay que volver a defenderlos... y gritar más...
Comentarios